Los servicios de salud deben estar garantizados para todas las personas independientemente de sus circunstancias. Los principios para una sanidad universal pasan por que estos sean de calidad, accesibles y asequibles.
Cerca de la mitad de la población mundial carece de acceso integral a los servicios de salud básicos. Además, y según la Organización Mundial de la Salud, cerca de 100 millones de personas se ven abocadas a la pobreza extrema por tener que pagar los servicios de salud de su propio bolsillo.
El Derecho a la Salud no debería ser un lujo al alcance del bolsillo de unos pocos. En el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), todos los Estados Miembros de las Naciones Unidas han acordado tratar de alcanzar la Cobertura Sanitaria Universal para el 2030. Pero esta promesa está muy lejos de alcanzarse.
En este artículo repasamos cuáles son los principios para una sanidad universal y cuáles son las claves para garantizar un sistema sanitario fuerte.
Los principios para una sanidad universal
Según la Alianza Internacional de Organizaciones de Pacientes (IAPO), todas las personas, independientemente de sus circunstancias, tienen el derecho a acceder a la atención sanitaria que necesiten. Los principios básicos para una Cobertura Sanitaria Universal beben de las categorías universales para establecer el cumplimiento de los derechos humanos fundamentales como se recogió en el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales. Así, los principios más importantes son:
- Disponibilidad. Existen servicios y condiciones mínimas para que el Derecho a la Salud de la población esté cubierto.
- Accesibilidad. Todas las personas tienen el derecho a acceder a una atención sanitaria cuando la necesiten. Esta accesibilidad ha de cubrir todas las dimensiones: que las personas puedan acudir físicamente; que comprendan los servicios que se ofrecen; y que sean accesibles económicamente.
- Adaptabilidad. Los servicios sanitarios deben construirse de manera que reconozca y acomode el contexto local. Esto incluye las prácticas sociales y culturales de las comunidades y su diversidad.
- Aceptabilidad. El sistema de salud y cómo este opera ha de ser aceptado por las comunidades que lo vayan a utilizar para garantizar la participación. Habrá de acomodar en especial a aquellas personas en situaciones vulnerables.
- Equidad. Todas las personas tienen el derecho a una atención sanitaria imparcial sin importar su condición médica, su edad, género u orientación sexual, raza u origen étnico; estatus económico, ubicación geográfica, religión u otros factores sociales que las acompañan.
- Calidad. La atención sanitaria provista debe ser segura y ofrecida por centros equipados con tecnología médica y personal cualificado suficiente.
Las claves de un sistema sanitario fuerte
Para avanzar hacia la Cobertura Sanitaria Universal es preciso fortalecer los sistemas de salud en todos los países. También es esencial contar con estructuras de financiación sólidas.Fortalecer un sistema de salud consiste en lograr que todo el sistema funcione correctamente; esto es, que los distintos componentes y niveles asistenciales presten servicios de calidad a toda la población y que respondan a las necesidades a tiempo y de forma eficiente.
En Fundación Anesvad trabajamos todos los elementos. Apoyamos la financiación hacia temáticas de salud con poco presupuesto, como las Enfermedades Tropicales Desatendidas (ETD) y formamos al personal sanitario en esta área, todo ello en coordinación con los diferentes actores dentro del sistema de salud de cada país. Junto a ellos promovemos, además, campañas de sensibilización para la población general, proveemos a los centros sanitarios de productos médicos y tecnologías y aseguramos la atención primaria a todas las personas bajo la premisa de la Cobertura Sanitaria Universal.
Así, consideramos que los seis elementos clave para conseguir sistemas sanitarios fuertes son los siguientes: