La pobreza es una de las principales causas de la falta de salud y un obstáculo para acceder a la atención sanitaria cuando se necesita. La pobreza y la enfermedad están ligadas en tanto que las desigualdades en el acceso a la salud socavan el bienestar de millones de personas en el mundo.
Las condiciones materiales, sociales y económicas de las personas son determinantes para el desarrollo de una vida digna y saludable. Muchas personas que viven en contextos empobrecidos enferman precisamente por no disponer de condiciones adecuadas para mantenerse sanas.
¿Cuál es la relación directa entre la pobreza y la enfermedad?
Vivir en un contexto empobrecido significa no disponer de elementos básicos suficientes para el bienestar. Alimentos de calidad, agua limpia y saneamiento, viviendas adecuadas o acceso a la educación y los servicios sanitarios, son ejemplo de ello.
En muchos lugares el coste de la atención sanitaria es inasumible por gran parte de la población. Tendría que hipotecar su futuro para poder pagarla ante la ausencia de un sistema público de salud garantista, universal y gratuito. De esta forma, acceder a la atención sanitaria y sus costes asociados (transporte, medicamentos, etc.) es inviable y hace que las personas prioricen su supervivencia económica en detrimento de su salud.
El círculo de la pobreza
Al no disponer de una cobertura sanitaria y de información sobre prácticas adecuadas de prevención y promoción de la salud, muchas personas enferman y tanto ellas como sus familias pueden verse obligadas a dejar de estudiar o trabajar. Esto alimenta el círculo de la pobreza. Generaciones de una misma familia sumidas en esa situación sin disponer de recursos para salir de ella.
No en vano, la pobreza y la situación de bajos ingresos se asocian a una serie de resultados adversos para la salud, como una menor esperanza de vida, mayores tasas de mortalidad infantil y mayores tasas de mortalidad por las 14 principales causas de muerte, así como mayor exposición a enfermedades olvidadas.
La clave está en el acceso universal a la salud
Para romper el vínculo entre la pobreza y la enfermedad, es necesario garantizar la Cobertura Sanitaria Universal, para que todas las personas puedan acceder a todos aquellos servicios de salud esenciales independientemente de los recursos que tengan.