En el corazón del distrito de Aowin, Ghana, se encuentra el pequeño y precario centro de salud de Nyanney Camp, donde Precious Jessusita Annan, la única mujer al frente del centro, enfrenta una creciente crisis de salud pública.
Como comadrona registrada con experiencia en cuidados maternos, neonatales y de enfermería general, Precious ha dedicado los últimos tres años a atender a una comunidad que ahora se ve abrumada por un alarmante aumento de Enfermedades Tropicales Desatendidas (ETD), como la Filariasis Linfática y el Pian, conocido también como Yaws. Afortunadamente, no está sola en esta lucha, la organización de la sociedad civil RECFAM, con apoyo de Fundación Anesvad, le ha brindado ayuda y formación específica en ETD.
Situación sanitaria en Aowin
La situación se ha agravado por la falta de acceso a agua potable, una consecuencia directa de la expansión descontrolada de la minería artesanal e ilegal, conocida localmente como «galamsey». Esta actividad ha contaminado ríos y otras fuentes de agua con metales pesados y químicos, dejando a las comunidades sin opciones seguras para satisfacer sus necesidades básicas. En este contexto, Precious también ha comenzado a recibir casos sospechosos de úlcera de Buruli, lo que suma una nueva carga a su ya sobrecargado centro de salud.
Los datos recientes confirman la magnitud de la crisis en Aowin. En 2022, el distrito reportó 1.567 casos sospechosos de Pian, con 150 diagnósticos positivos tras pruebas de detección rápida (RDT). Desde febrero de 2023 hasta julio de 2024, se han identificado 2.874 casos sospechosos y 1.126 positivos. La Municipalidad de Aowin ha sido declarada por el Programa Nacional de Control de la Úlcera de Buruli y Erradicación del Pian como la peor área endémica del país.
En el centro de salud de Nyanney Camp, los casos de Filariasis Linfática también son alarmantes. Entre los pacientes se encuentran historias conmovedoras como la de Samuel Twaila, un agricultor de cacao de 45 años que sufre elefantiasis desde hace tres años, y la de Mrs. Mamudu Mamuna, también agricultora, que ha vivido con esta condición durante siete años. Además, el Pian afecta de manera desproporcionada a la niñez, con una alta prevalencia de casos entre los niños y niñas en edad escolar.
Nyanney Camp: un centro de salud de gran actividad
Precious describe cómo el flujo constante de pacientes y la falta de recursos adecuados han convertido su trabajo en una batalla diaria. «Estamos haciendo lo mejor que podemos con lo que tenemos, pero necesitamos apoyo. La gente aquí merece acceso a atención médica de calidad y agua limpia.»
Ante este panorama, la intervención es urgente. Fundación Anesvad y otras organizaciones trabajan para abordar las causas estructurales de esta crisis. Estas iniciativas no solo buscan mitigar la propagación de las ETD, sino también restaurar la dignidad y la esperanza en comunidades como Nyanney Camp.
Para Precious, su labor es más que un trabajo; es un compromiso con la justicia y la equidad. «Sueño con un futuro donde nadie tenga que sufrir por enfermedades que podemos prevenir,» afirma. Mientras tanto, sigue enfrentando cada día con determinación, liderando un centro que se ha convertido en un símbolo de resiliencia y esperanza en medio de la adversidad.
En el marco del Día Mundial contra las Enfermedades Tropicales Desatendidas es crucial sacar del olvido a estas enfermedades y, con ello, a las personas que las sufren. Historias como la de Precious y su comunidad reflejan la urgencia de actuar unidos y con determinación para eliminar estas enfermedades, devolviendo dignidad y esperanza a quienes han vivido demasiado tiempo sin poder disfrutar de su Derecho a la Salud.