La tercera parte de la población mundial carece de acceso seguro a los medicamentos que necesita. Cada año, las enfermedades infecciosas matan a unos 13 millones de personas, lo que equivale a 30.000 muertes diarias. Casi la mitad de las víctimas son niños y niñas menores de 5 años. Cifras que podrían evitarse si la población en situación de vulnerabilidad tuviera acceso a las medicinas que necesita. Es el reto.
No afecta a todas las personas, de nuevo, quienes viven en contextos de mayor vulnerabilidad están en desventaja. También en algo básico como el acceso a medicamentos que les ayuden a curarse. La inequidad hace que las personas más olvidadas queden al margen de un componente básico para que se garantice el Derecho a la Salud y ante esta realidad, Anesvad actúa.
¿Por qué trabajamos el acceso a medicamentos?
No en vano, junto con otras muchas líneas de trabajo como la sensibilización, la detección temprana de enfermedades y la rehabilitación, el tratamiento y el acceso a medicamentos es uno de los ejes de nuestro trabajo que se centra en luchar contra las enfermedades olvidadas en 4 países de África subsahariana. No puede ser de otra manera ya que dos de los pilares de nuestro trabajo, la Atención Primaria en Salud y la Cobertura Sanitaria Universal contemplan el acceso a los medicamentos como ejes.
Un reto al que también los Objetivos de Desarrollo Sostenible han querido dar peso. El objetivo relacionado directamente con salud, el 3 contempla en su apartado 8:
«Lograr la Cobertura Sanitaria Universal, en particular la protección contra los riesgos financieros, el acceso a servicios de salud esenciales de calidad y el acceso a medicamentos y vacunas seguros, eficaces, asequibles y de calidad para todos.«
Nos quedan 10 años. 2030 está cada vez más cerca.
