Todo empezó en la Isla de la Española. Un 25 de noviembre de 1960 en la República Dominicana se registró el asesinato de las tres hermanas Mirabal. Fueron asesinadas por el entonces dictador dominicano Rafael Leónidas Trujillo. Nunca pensaron que aquel suceso iba a marcar un antes y un después en la eliminación de violencia hacia las mujeres.
Veintiún años después, en 1981, se celebró en Bogotá (Colombia) el Primer Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe, donde se decidió marcar el 25 de noviembre como el Día Internacional de la No Violencia contra las Mujeres, recordando el asesinato de las hermanas Mirabal. Y ya fue en 1999 cuando la Asamblea General de Naciones Unidas aprobó el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, tal y como hoy lo conocemos.
Eliminación de violencia hacia las mujeres
Por desgracia, muchos años después la violencia contra las mujeres sigue presente de muchas formas: física, sexual, psicológica y económica. Estas formas de violencia se interrelacionan y afectan a las mujeres en cualquier etapa de su vida.
Algunos tipos de violencia, como el tráfico de mujeres, cruzan las fronteras nacionales. Las mujeres que experimentan violencia sufren de una variedad de problemas de salud y se disminuye su capacidad para participar en la vida pública.
Nuestra experiencia en cooperación al desarrollo demuestra que las mujeres son en muchas ocasiones el motor social y económico de numerosas comunidades. Si se quiebra la dignidad de la mujer se puede quebrar el equilibrio de una comunidad entera. Las mujeres traccionan no solo de la familia, sino también de una comunidad entera y sus derechos.
Trata de Seres Humanos
Este tipo de violencia no se confina a una cultura, región o país específico, ni a grupos particulares de mujeres en la sociedad. Hablamos de un problema mundial, con raíces mundiales. Nos implica a todas y todos revertir esta situación. Anesvad está en ello.
Nuestra ONGD tiene muy presente la injusticia a los colectivos vulnerables. 21 millones de personas son víctimas en el mundo de la trata y de trabajos forzosos. Afecta sobre todo a mujeres y niñas en 152 países, incluida España, donde se estima que el 80% de las mujeres prostituidas lo son contra su voluntad. Esta situación se hace especialmente grave en la región del Gran Mekong, en el Sudeste Asiático, donde a la pobreza económica se unen el desempleo y las enfermedades.
Es el momento de denunciar en todos los planos, una vez más, la lacra que supone cualquier violencia hacia las mujeres, sea la que sea. Cada 25 de noviembre, el espíritu de las hermanas Mirabal recorre el mundo. Y que no pare.